XXIV Semana del Tiempo Ordinario, Ciclo A
Evangelio
según San Mateo 9,9-13.
En aquel tiempo, vio
Jesús a un hombre llamado Mateo sentado al mostrador de los impuestos, y le
dijo:
-Sígueme.
El se levantó y lo
siguió.
Y estando en la mesa
en casa de Mateo, muchos publicanos y pecadores, que habían acudido, se
sentaron con Jesús y sus discípulos.
Los fariseos, al
verlo, preguntaron a los discípulos:
-¿Cómo es que vuestro
maestro come con publicanos y pecadores?
Jesús lo oyó y dijo:
-No tienen necesidad
de médico los sanos, sino los enfermos. Andad, aprended lo que significa
«misericordia quiero y no sacrificios»: que no he venido a llamar a los justos,
sino a los pecadores.
Palabra del
Señor.
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Estudio del
Evangelio.
Recuerda la
oración o el canto al Espíritu Santo.
PASO-01,
Descubrir, Conocer, Mirar y Comprender.
1.1-Situación:
Jesús ve y llama a
Mateo.
1.2-¿Qué dice
Jesús?
-«Sígueme»
-«Misericordia quiero
y no sacrificios»
1.3-¿Qué hace
Jesús?
Observa el corazón de
cada uno, nos llama, comparte, anuncia, ofrece la oportunidad de redimirse.
1.4-Actitudes
de Jesús.
Una actitud de papá,
busca a todos sus hijos, los atiende, les ayuda y los instruye.
1.5-¿Qué Dios
se nos revela?
Un Dios humano y
misericordioso, que nos acoge a todos por igual ofreciéndonos una oportunidad
de conversión.
1.6-Actitudes
de quienes están alrededor de Jesús.
Obediencia,
compartir, insidiosos.
PASO-02,
Contemplar y Amar.
2.1-¿Qué me
impacta?
«Sígueme»
Al igual que a Mateo, Jesús nos llama a todos no excluye a nadie debido a que nos ama incondicionalmente, no se detiene a observar nuestra historia negativa ni nuestra apariencia, Él observa nuestro corazón y potencial que podamos tener para ser su Testigo.
La oportunidad que nos ofrece Jesús de ese encuentro personal lo cambia todo, sin embargo se hace necesario que yo libremente responda a ese llamado y salga a ese encuentro con el Maestro, quien desde antes de llamarme no se ha detenido por mis faltas.
Soy yo, quien me
paralizo y no doy respuesta, y muchas veces también trato de paralizar a mi
hermano, pues presto más atención a mis faltas y las de mi hermano, mientras
que para Dios es de mayor importancia mi corazón y la oportunidad que me da
para crear la mejor versión de mí mismo a imagen de su persona.
PASO-03. Los
Llamados.
3.1-¿A qué me
llama el Evangelio leído?
Hoy me encuentro
llamado a responder al Señor en el silencio de mi oración, entendiendo que solo
Él puede fortalecer mis debilidades para seguirle y ser un signo visible de su
presencia en medio de mi comunidad.
Oración.
Señor gracias por el don de la vida, Mateo era un buen hombre que se encontraba en un oficio que podía corromper el corazón de las personas.
Por eso le llamaste
para que te siguiera por el buen camino, Jesús amigo mío, te suplico sálvame
porque yo también soy un pobre pecador, pero estoy dispuesto a seguirte.
Amén
Atte. Luis
Alfredo Escalona
Animación
Bíblica Pastoral
Parroquia
Santuario “Ntra. Sra.
del Pilar”
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